Habréis
leído algo de esta historia. Gay Talese mantuvo contacto durante
varios años (desde 1980) con el propietario de un motel en las
afueras de Denver que le confesó que había instalado un sistema de
observación en gran parte de las habitaciones a través del que,
escondido en los techos, espió a sus clientes durante más de dos
décadas (desde mediados de los años setenta). Desde una plataforma
elevada observó por una falsa rejilla de ventilación a parejas,
matrimonios, extraños y amantes que se amaban, peleaban, ignoraban o
se aburrían en las habitaciones durante unas pocas horas de sus
vidas. Y la vida y las vidas seguían sus cursos fuera del motel. Una
vez presenció un asesinato. Talese (y su protagonista que lo
consiente) lo cuenta en El motel del voyeur, obra que no ha visto la
luz hasta este año.
El
espionaje sexual, abundante y de variada modalidad, no es el aspecto
más perturbador ni sugerente de los archivos escritos de Gerald
Foos, sino la revelación de los aspectos más mezquinos, sórdidos,
desoladores y a veces simplemente comunes y cotidianos que él
presenció y que los demás, nosotros los humanos, nos guardamos en
la intimidad de nuestras vidas, en el escondrijo pasajero que puede
ser una habitación de motel. La hipocresía, la falsedad, la
ignorancia, la soledad, la incomunicación. Desde los techos lo
presenció y se lo quedó para sí, sin contárselo a nadie hasta que
se lo dio a leer a Talese.
Foos
fue testigo de los cambios de hábitos sexuales en la Norteamérica
de los setenta y ochenta a través de las costumbres y encuentros de
sus clientes, pero sobre todo fue un observador pesimista del
comportamiento humano que le llevó a desconfiar de la gente y a
aislarse. En su ancianidad, retirado de los moteles y del voyeurismo,
reflexiona (y nos empuja a hacerlo) sobre la inofensiva picardía de
sus actos y la sospechosa justificación de otro tipo de observación
pública. Su obsesiva afición y adicción solo buscó su propia
satisfacción sin dañar nunca a ninguno de sus clientes observados.
¿Merece la censura ese espionaje privado con el ojo continuo con el
que los gobiernos y el sistema nos miran y controlan (internet, redes
sociales, correos electrónicos, drones, cuentas bancarias, cámaras
de vigilancia) sin nuestro consentimiento y dejándonos a merced del
uso que les plazca?
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